La gente con mentalidad positiva generalmente tiende a creer que las cosas saldrán bien; y esto por si solo ya representa una ventaja anímica. Confían en que siempre hay un lado favorable en cualquier situación; Y tienen control sobre los resultados de sus acciones a través de las decisiones que toman. tienen una actitud activa para crear un estilo de vida ideal mientras tratan de manera efectiva los contratiempos o fallas.
Disfruta de la vida cuando las cosas estén sucediendo. No importa si se trata de cosas buenas o cosas malas. Eso significa que estás vivo.
Joan Rivers
El pensamiento positivo puede hacer más que aumentar la felicidad y la satisfacción con la vida; También puede ayudar a manejar emociones negativas como la ira, la ansiedad y el miedo en situaciones estresantes. Además, tener una mentalidad positiva puede fortalecer tu sistema inmunológico, reducir los riesgos como una enfermedad cardíaca y la depresión, así como protegerte contra los daños que genera el estrés, lo que ayuda a tener una vida más larga y feliz.
No caigas en el positivismo “Toxico”
El pensamiento positivo no implica desconectarse de las emociones incómodas; Más bien, implica encontrar el equilibrio entre estas y lo que te importa, es decir, elegir centrarse en lo que realmente te beneficia. El pensamiento positivo también implica reconocer qué áreas de tu vida tienden a hacer que pienses negativamente e idear planes para romper estos patrones, por ejemplo, en tu viaje diario a la oficina o escuela, detecta aquellos factores que te estresan, pero no dependen de ti; Créeme, aceptar lo que no puedes cambiar te ayudara a enfocarte en lo positivo del viaje, el viaje es necesario para cumplir tus metas, no se puede evitar, trata de hacerlo parte de la aventura diaria.
En momentos de estrés o conflicto, puedes usar un diálogo interno positivo para calmarte. Centrarse en lo que es bueno en la vida, en lugar de pensar en cosas negativas, y apreciar el bien puede ayudar en gran manera. Rodéate de personas que vibran en tu mismo canal; Busca activamente interacciones que te impulsen.
Si te descubres pensando negativamente a menudo, trabaja cambiar tu mentalidad, esto requiere tiempo y práctica; Inicialmente, reemplazar el diálogo interno negativo con conversaciones más constructivas puede resultar desafiante, pero con el tiempo el estado de ánimo negativo eventualmente debería transformarse en uno que generé mayor felicidad y satisfacción con la vida.
¿Qué hacer, por donde comienzo?
Si tienes dificultades con cómo comenzar, toma un momento cada día para dialogar contigo mismo. Escucha lo que tu voz interior te dice, analiza si tus mensajes son de apoyo o son críticos; Si es necesario, altera tus patrones de pensamiento, busca la autocrítica sana, evita los torbellinos de pensamientos negativos, recuerda los pensamientos son como caballos salvajes, solo puedes controlarlos dejándolos correr sin perseguirlos, ellos se cansarán y cederán; Alternativamente, las técnicas de respiración profunda y atención plena pueden ayudar a restablecer tu estado mental y emocional. Al hacer de este un esfuerzo activo, desarrollarás hábitos que te permitan mantener una mentalidad positiva, incluso durante situaciones desafiantes y adoptar un enfoque mediante el cual este estado mental positivo se convierta en parte de toda actitud que tengas sobre la vida.
Foto de Amanda Jones en Unsplash
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